martes, 20 de septiembre de 2011

El Chiste Propositivo

En días pasados el lenguaje ah tornado un sentido de burla positiva que ha sido generada por la ola de chistes de borrachos que aparecen en los distintos medios de comunicación. Ahora con todo el cinismo y descaro del mundo decimos frases como: "Me amarraron como puerco", La Canaca", "Tengo Miedo", "FUA", "Yo poleo".

Pero en realidad ¿Cuál es el sentido de comunicación que los medios acarrean con esto?; digo, muchos de nosotros hemos visto otros vídeos de borrachos que sí dan risa y que no proponen más que externar la risa que nos guardamos al identificarnos con las acciones o actitudes de alguien que en verdadero manifiesto está fuera de sus cabales. Es por eso que el sentido es mucho más complicado convexo y divergente de lo que uno pudiera creer, pues en los medios de comunicación nunca hemos visto borrachos bailando en fiestas populares, o tropezando a su paso veloz.

Simplemente hemos visto borrachos que tienen, en sentido subjetivo, algo que proponer a la sociedad, los hemos visto de aquellos que reclaman sus 50 mil pesos, los que pelean con la gente mala y no con la que es buena, aquellos que sacan el extra desde lo más obscuro de sus entrañas u órganos vitales a pesar de que éstos ya estén deteriorados por la cirrosis u otro padecimiento y hay aquellos que tienen miedo de que lo encierren en una celda por conducir ebrio. Tan sencillo es el humor de los mexicanos que nos reímos de algo que debería causarnos temor. Tan extrema ha sido la visión de negligencia de las autoridades y nadie ha hecho nada para averiguar si han sido ciertos los comentarios de los bufones en cuestión y mucho menos de la baja atención de los paramédicos que llegaron a atender una emergencia y ahora se encuentran como parte del staff para que el payaso en cuadro caiga al suelo sin que ellos hagan algo.

Entonces bien ¿Qué efectos en el lenguaje han tenido los bufones del siglo XXI en las mentes y la apreciación de la vida en nuestros jóvenes? En lo particular, creo que la acción de los mismos se condiciona al mensaje que hay entre dicho, es decir, los medios de comunicación son capaces de dirigir la atención a algo tan burdo como un chiste que propone o un espectacular programa como lo es Iniciativa México; cuyo fin de ambos es el mismo, alentar a los ciudadanos a mejorar sus ideales y su mente para realizar acciones que por pequeñas a grandes sean productivas en cierto sentido. Y es que cuántos de nosotros no hemos escuchado en los pasillos de la escuela o de la oficina decir alguna de las frases de los borrachos de la TV, que en cierto sentido dan la motivación a esos incrédulos de sacar su mejor potencial, gritando algo sin sentido, para poder dar el extra.

O muchos otros en su publicidad alegan tener el valor del FUA para combatir el desgano laboral. En cierto sentido los medios hacen su trabajo, aunque la manera de hacerlo deje mucho que desear para algunos. Es decir proponer un mensaje por el medio que sea es justificable, mientras ese mensaje quede presente en las personas, han construido una mercadotecnia social en una de producto. Lo que nos permite seguir en el papel del consumidor constante y no solo de productos, bienes o servicios; sino ahora también de ideales y metas en la vida.

La perdida de los mismos valores han dado paso a tratar de reivindicarlos por medio de cualquier forma y fondo. Ahora estamos celebrando el desgano de la ciudadanía que necesita de alicientes para poder seguir adelante con su vida y sus placeres, sin importar como dejemos en claro ese mensaje. Lo importante es hacerlo y hacerlo durable. En cierto sentido los medios no están mal, lo malo es el consumidor, la falta de capacidad general de poder elegir medios que en verdad contribuyan con un mensaje adecuado a la capacidad de razonamiento.

Así como dice Fernando Lemús en su contribución para Chilango del mes de Septiembre... Yo tampoco me agrego a la celebración de los chistes de borrachos.