lunes, 25 de julio de 2011

Gordillo y el beso del diablo

Ante las declaraciones de la líderesa del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), Elba Esther Gordillo sobre que Marcelo Ebrard es quien más le gusta para la candidatura a presidente de la república, hay mucho que comentar.

Muchas personas han tachado a la Maestra como desatinada al ejercer su comentario y que en estos tiempos debería trabajar más en poder hacer que el setenta por ciento de los maestros reprobados tengan un mejor nivel para la educación en México y un ciento de comentarios más que parecen patadas de ahogado ante una declaración que sino es de buen gusto, al menos es la perspectiva que ella tiene y la cual muchos podrán dudar o satisfacer.

Pero por otro lado, es increíble que a la líder del SNTE se le echen al hombro aspectos como la reducción de maestros reprobados o capacitación para los profesores y sin número de deberes que debería ejercer para mejorar la educación; me pregunto entonces ¿No por eso existe un Secretario de Educación? Alonso Lujambio debería entonces responder a esos cuestionamientos a esos deberes que se deben de ejercer desde el Gobierno Federal y no desde el Sindicato el cuál sólo se encuentra para defender y mejorar las garantías de trabajo de los profesores. No es posible que ese setenta por ciento de maestros haya salido de la Escuela Normal a dar clases y mucho menos es posible que se les haya permitido el acceso a las aulas cuando su conocimiento es nulo y ya no hablemos de la profesión, es decir si existen esos niveles es porque también hay maestros que en la actualidad dan cátedra y que o dejan pasar a los alumnos o simplemente están en una situación igual o peor de desconocimiento en el área.

No sería más sensato exigirle cuentas al Secretario de Educación y a la SEP a su cargo; que en su caso cuestionar a una persona que puede dar su punto de vista ante los candidatos, pues a final de cuentas ella busca las mejores garantías y beneficios del gremio. México aún sigue viviendo una doble moral y esa doble moral se centra en la irrealidad de que personal del Gobierno Federal busquen su candidatura a la presidencia de la nación aún estando en un puesto de trabajo, es imposible que se siga permitiendo que personas que buscando intereses propios sigan dando ordenes al país para el cual deben de buscar lo mejor, lo mejor para la sociedad no para su candidatura.

Me parece en lo particular, irreal que se crea que esas personas como Alonso Lujambio, Ernesto Cordero o Javier Lozano sigan en su cargo federal cuando de ante mano sabemos que buscan el apoyo de los electores y ¿Cómo lo logran? pues preguntemos entonces porque a una señora que necesita una despensa no la tiene y porque a una persona que tiene a veinte en la familia en las filas del Partido si.

Nuestro país en tiempos electorales es más bien como los simios de (no veo, no escucho y no hablo) en una misma persona; a veces cambian sus manos a conveniencia propia; es peor para un ciudadano común ver que un Secretario de Hacienda crea que con un sueldo mínimo se alcanza para escuelas particulares y peor aún es saber que ese individuo que vive en la opulencia, dice una sarta de... y siga en su puesto y siga buscando una candidatura y siga criticando y siga esperando a que otros se bajen y sigue esperando ¿A qué? ¿a perder?

Porque siendo así mejor nosotros los ciudadanos esperemos.

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