viernes, 29 de julio de 2011

Verdad o Castigo

De jóvenes siempre jugamos “Verdad o Castigo” tal vez para descubrir todas aquellas incógnitas o hacer castigos que sabemos que nos pondrán pero que de cierta forma queremos arriesgar.

En la política las cosas parecen que fluyen con la mente de un joven en edad adolescente. Al menos eso es lo que pasa con muchas de las opiniones de la ciudadanía entorno a la administración de Mauricio Copca Fernández en el municipio de Temascalapa, Estado de México. Por que tal parece que a muchos de los votantes se les olvido que su decisión la basaron en castigar al candidato del Partido Acción Nacional (PAN), Lázaro Juárez en el 2009. Y es que ahora, transcurrido el tiempo a muchos se les olvida que hubo una imposición y que los miembros adherentes al PAN terminaron uniendo fuerzas con el Partido Revolucionario Institucional (PRI) para precisamente evitar que un ex presidente volviera a la administración pública.

Al día de hoy mucha gente hace comentarios, especulaciones y hasta tienen afán de ofender a los que mantienen las riendas del palacio municipal. Se dice que no hay obra pública concreta, que los apoyos como despensas y becas económicas a alumnos son igualmente equiparables a las de las administraciones pasadas y que por si fuera poco el ejecutivo municipal tiene problemas con su forma de beber, que es un machista y que hay una deuda inmensa y por ende muchos aseguran una auditoria a la actual administración. Y bueno es que para hablar muchos tienen la lengua del tamaño de una jirafa, la pregunta es ¿Por qué no hay pruebas concretas ante tales comentarios?

Al día de hoy sabemos que existe una ley de transparencia y es muy fácil percatarse de un mal funcionamiento de la administración municipal, el problema es que hay comentarios infundados. Es cierto que no se han visto obras públicas acordes a las administraciones blanquiazules en éste trienio, que las personas están molestas por la falta de compromisos ciudadanos, la poca interacción y compromiso conjuntos entre otros municipios y un sin número de cosas más. Como la falta de compromiso en los eventos turísticos como el altercado del carnaval en Ixtlahuaca, en cuya presencia del director de turismo se presento una pelea y que patrullas tardaron en llegar más de veinte minutos. Pues son circunstancias que no son muy diferentes a las que se vivían al final de la administración panista.

Comentarios que cercana la elección e incluso después de ella se escuchaban hablar de los electores fueron, “Si, sabemos que será una mala administración, pero no queremos que quede Lázaro”, entonces ¿Por qué el descontento de un voto otorgado?

Y es que ahora tras una administración no congratulada se puede decir que los ciudadanos aprendieron la responsabilidad y el poder de las boletas electorales o bueno algunos pudieron hacer que su decisión política sea más madura y no un cambio de comentarios volubles como los de un adolescente. Aprender a elegir es también aprender a pedir, de una manera políticamente correcta, sobreponiendo la ética y los valores, para propiciar un ambiente capaz.

Ser responsable de nuestro voto, hará responsables a los gobernantes que deben analizar con mayor cuidado todos aquellos aspectos que le otorgarán administrar los recursos públicos o perder para su partido el privilegio de gobernar.

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